¿Qué tal si les contáramos que la productividad realmente no sirve para hacer más cosas?
Ser productivo va más allá de cantidades de tareas y hoy queremos resaltarlo como un método para encontrar un balance sano en tu vida que te permita cumplir objetivos, disfrutar hobbies y tener merecidos descansos.
Así que hoy te compartimos 5 herramientas clave para incorporar la productividad con una perspectiva sana en tu vida.
Tus hábitos son la base de tu vida…
Así que unas bases sólidas serán la mejor estructura para edificar un balance sano en tus actividades.
Identifica los hábitos que quieres potenciar y aquellos que quieres eliminar porque te hacen mal. Ese será el primer paso para ordenar tu cotidianidad desde sus actos primarios.
Una buena herramienta para hacer es un seguidor de hábitos, ya que verlos plasmados en papel te ayudará a tener perspectiva e identificar patrones.
1. Dale espacio al placer:
Incluir momentos de placer en tu cotidianidad traspasará los límites de la rutina y te asegurará, aunque sea un poco de felicidad en cada día. Nos referimos al placer en todos los aspectos que puedas imaginar:
– pausas activas parar mirar el cielo
– Comida que te nutra y disfrutes
– llamadas que te hagan sonreir
– Mover el cuerpo con tu actividad favorita.
2. Identifica tu cronotipo:
No somos productivos en los mismos horarios ni de la misma manera, por eso, distribuir tus actividades y tareas diarias con base en tu cronotipo te ayudará a aumentar tus niveles de energía y creatividad. (Al final te dejamos un test para que identifiques el tuyo).
Hacerlo, te permite saber en qué horarios es prudente asignarte tareas con mayor peso estratégico o creativo, cuándo viene bien un descanso, en qué momento necesitas dedicarte a las tareas operativas, etc.
3. Prioriza:
Puedes hacerlo todo, pero no todo al mismo tiempo. Identifica prioridades y nivel de exigencia de tus tareas antes de estructurar tu día.
Así que:
– Procura agendar tus actividades personales también, para darle la misma relevancia que tienen las laborales.
– Crea una checklist de tus tareas del día, siendo realista y sin recargar tu agenda.
Identifica si es completamente necesario hacerlas en ese día o podrían tener una fecha asignada. Si debes hacerlo tú o puedes delegar. Y no permites que los temas urgentes le quiten la relevancia que necesitan los temas importantes.
– Establece fechas y horarios de cumplimiento. Si a estas tareas les asignas valores, también podrás calcular tu nivel de cumplimiento y generar estrategias al respecto.
4. ¡Escribe! Lo que no se escribe, no existe.
Ser productivo está estrechamente ligado con nuestra retentiva, por eso, tomar notas, hacer listas, crear agendas, nos ayudará a cumplir con todo aquello que tenemos propuesto.
Por otro lado, la escritura genera un estímulo diferente en el proceso, activa nuestros procesos cognitivos, y nos genera satisfacción al visualizar las actividades realizadas.
Así que, para no olvidar…
Ser productivo está estrechamente relacionado con los espacios de bienestar que separes para ti en tu día a día. Así que, procura ser flexible y no olvides incluir todo aquello que te genere placer.
